Bululú Canarias, sabor de Venezuela en Las Palmas de Gran Canaria

La cadena hotelera THe Hoteles circuló una invitación hace unos días, para acudir a conocer un nuevo espacio en forma de terraza, que el Hotel THe Maresía Canteras   ofrece en Las Palmas de Gran Canaria. En dicho acto se iba a efectuar una cata de las Cervezas Artesanales Jaira, acompañados por los bocados de un restaurante, del cual poco había oído hablar, Bululú. Cual fue mi sorpresa, cuando descubro en un catering como ese, platos que me llaman poderosamente la atención, llenos de sabor y mostrándome una cocina venezolana, a la que no estamos acostumbrados en Gran Canaria.

Pues justo una semana después, me dirigí a realizar una visita al Restaurante Bululú, porque quería ratificarme en la primera impresión que me llevé, o por ver si lo probado era flor de un día. Cuando llego me encuentro con un establecimiento pequeñito, pero muy acogedor. Cocina a la vista, cosa que siempre es de agradecer y un aire jovial, que le imprime carácter y personalidad propia. Con una gran variedad de cervezas artesanales a la vista, casi más profunda que la carta de vinos, me pongo en manos de ellos, a la hora de probar los platos que mejor definan su cocina. Empiezo con un “Vuelve la Vida”, también conocido en Venezuela como “rompe colchón”, “levanta muertos” o “rompe matrimonios”. Con similitudes a un ceviche por el pescado, la cebolla o el cilantro, un toque de minipulpos, el fondo de tomate picante y algo de mejillones, hace que te distancies del consabido plato peruano y, sin duda, supere en contrastes y sabores a muchos de los ceviches que he probado en la isla.

Continúo con platos tradicionales de la cocina venezonala como son los Cachapas, aquí artesanales 100% las masas de las mismas, a las que su relleno de carne mechada, pico de gallo, aceituna negra deshidratada y, sobre todo, el queso herreño fundido, eleva a la categoría de imprescindible. Sigo con unos Patacones, elaborados con plátanos verde machos biológicos de Gran Canaria, que ya solos sería para comer un saco, pero que en cada uno de ellos, su acompañamiento se integra en el mismo como guante de seda a la mano. Carne, Pescado y Marisco, cada uno de ellos tenía personalidad propia y se distinguía del resto.

Como plato principal, la Arepa, ¡pero qué arepa!. Elaborada a mano y con uno de los platos típicos venezonalos, el Pabellón, como relleno principal, constituía un homenaje a Venezuela por los cuatro costados. Carne Mechada, frijoles, Guacamole y un plátano verde frito, se integraban en cada bocado con vida propia. Mientras la fruta le daba ese toque dulce, la carne subía la potencia y los frijoles, cocinados como mandan los cánones, enriquecían la experiencia. Sin duda, un plato para volver al restaurante y comerlo en bucle. Arenas he comido muchas en mi vida, pero como estas, muy muy muy poquitas.

Llegado este punto, tenía miedo de que me iba a encontrar en el punto dulce de la comida. Temía que la experiencia se viniera un poco abajo, ya que el listón estaba muy alto. Tras conocer las propuestas disponibles, brownie o quesillo, me decidí por este último. Ya su presentación, el dulce entra por los ojos gracias a su fondo de merengue quemado, lágrima de Dulce de Leche y el quesillo, presidiendo el plato. Elaborado con Leche Condensada, Huevo y Ron, comerlo es un deleite para el paladar, dulce sin empalagar y con un delicioso retrogusto, constituyó el broche perfecto, al que no quise ni sumar el café para no perder el sabor en boca.

11 meses llevan abiertos en este pequeño rincón ubicado en Guanarteme, a tres calles del paseo de Las Canteras. No pude dejar de pensar en este pequeño triángulo gastronómico que se está conformando en esta zona, tremendamente interesantes con propuestas como pueden ser, entre otras;  El Churrasco, La Ribera del Río Miño, Fuji, Bom Gosto o este, Bululú, al que próximamente se sumará la Taquería el Beso. Si nos damos cuenta, Argentina, España, Japón, Portugal, Venezuela o la cocina latina de Jennise Ferrari y Mario Ureña, conforman un auténtico equipo puntero en la zona, con otras apuestas que tengo que ir descubriendo, pero de la que me llegan referencias muy interesantes. Sin llamar la atención y sin ruido, la zona Puerto Canteras está configurando una ruta gastronómica de valía, a la que debemos prestar más atención de la que actualmente tiene. Sin duda, puede competirle y jugarle de tú a tú a una zona con más renombre gastronómico como puede ser Triana o Vegueta. Por lo pronto, creo que Las Palmas de Gran Canaria puede estar muy orgullosa de acoger una cocina como la de Bululú, con un joven equipo conformado por Kike como Jefe de cocina, con Mónica como responsable de las elaboraciones tradicionales como son las arepas, patacones o cachapas y Luis como ayudante. En sala, Pupo te hará sentir como en casa, con una sonrisa y complicidad, que te atrapa y no te suelta hasta que te vas. Volveré por aquí para seguir probando los platos que ofrecen, en una carta no muy extensa, pero eso, en lugar de ser un handicap, yo lo veo como una virtud. Me ha gustado mucho la intención de este equipo, como me decía Kike, “de mostrar una cocina venezolana diferente, llena de respeto y tradición, pero a la vez, también de evolución. En Canarias la cocina venezolana está muy ligada en el recuerdo a las arepas o, incluso, al fast food y queremos demostrar que otra visión de la misma es posible”. A fe doy, que a mí me han convencido.

    

PRECIO MEDIO PP

25€ 

VALORACIÓN:

SALA AMBIENTE: 7  SALA SERVICIO: 7  BODEGA: 6 PRODUCTO: 7 COCINA: 7

                  EXPERIENCIA:

Una cocina sencilla, sin pretensiones pero llena de sabor y respeto a la cocina venezolana. Ideal para ir entre varios y compartir, comer con las manos la mayor cantidad de platos posibles y disfrutar de una manera saludable y diferente la cocina de la 8ª isla canaria, Venezuela. 

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