StreetXO, la barra callejera de los sabores imposibles

DiverXo es uno de esos restaurantes a los que acudir es un ejercicio de planificación con antelación debido a la gran alta demanda de mesas en el mismo. Se cierran las reservas con meses de antelación, lo que hace complicado para alguien que no viva en la capital, cuadrar una visita en el mismo. Por eso, con motivo de la última edición de Madrid Fusión, no quise quedarme sin probar otra vez, parte de la cocina de Dabiz Muñoz, un chef reconocido por el sector como auténtico revolucionario y una de las manos más privilegiadas del país. Por ello, en esta ocasión, ese lunes inaugural de uno de los congresos gastronómicos más importantes del país, terminó para mí en StreetXO, ubicado en el Corte Inglés de la calle Serrano madrileña.

Me habían avisado que esta es una casa donde las reservas no existen, que lo ideal además en ocasiones como estas, donde decenas de gourmets se encuentran en la misma situación que yo, acudiera con tiempo suficiente a la hora de hacer cola. Una hora antes de su apertura, las 19:30, ya me encontraba yo allí. Me sorprendió que ni mucho menos era el primero, pero más aún me sorprendió lo que fui observando, decenas de personas acudían y se ponían en una cola que dejé de ver por su dimensión ya que la misma va cogiendo cuerpo por las escaleras del centro comercial. Según me contaron allí, era lo habitual, de hecho la misma suele alcanzar 2 o tres pisos por debajo de esa Séptima Planta, donde se ubica esta casa. La espera empieza a ser animada cuando a partir de las 20horas, el personal de sala empieza a acercarte las cartas y que puedas ir pensando en lo que vayas a elegir, acompañando ese momento con la decisión de tomar un cocktail o no. Yo quise maridar esa espera, dejándome aconsejar y por ello me llegó el DiverXO Líquido Madrizzzzz. donde los ingredientes se fundían en una copa donde podrías introducir la cabeza entera, mientras los olores a ese Madrid castizo en forma de violeta, retomaban el paladar del comensal.

Una vez abierta las puertas del local, empezamos a entrar poco a poco, encontrando acomodo en barra, donde los cociner@s se tornan en camareros y viceversa. El uniforme en forma de camisón médico tiene su sentido, porque uno desconoce quien está cuerdo o quien no; comensal o sala, sala o comensal, aquí eso no tiene importancia, todos pasamos a ser parte de un único sentido. Cambio mi bebida, ya vacía, por otro cocktail que acompañe los primeros pases, que conformaron unas Almejas Gallegas. Las mismas, pasadas de manera muy suave por un asado a la robata, toman una intensidad y aromas apabullantes, al que acompañan en manera de plato de cuchara frío, un gazpacho de Jalapeños. Aquí empieza la fiesta de sabores y contrastes absolutamente arrebatadores que te van dejando anonadado, cual boxeador ante un contrincante al que no ves venir.

Seguimos por unos Dumpling Pekinés, con oreja crujiente y Hoisin de fresas, donde el lienzo en mesa se transforma en pintura de inteligencia al paladar, terminando el mismo con los dedos trazando el cuadro. Las manos siguen siendo protagonistas como cubiertos para disfrutar de este Rollito Vietnamita de Pato y Sashimi Tibio de Gambas. Este no es un simple mar y montaña más, como tantos que te puedes encontrar en cualquier casa, ya que aquí, los ingredientes que acompañan al bocado, te llevan de viaje por mundos gastronómicos diversos. La mezcla de texturas, cocinados y productos en cada uno de estos platos dejan al desnudo ese lema de que en la gastronomía, “menos es más”. Ante los ojos de esta casa, este lema no va.

Y para terminar, un plato que me haría volver una y otra vez a realizar las colas que hicieran falta: Laksa Singapore con Carabinero a la Llama de Robata, Crema de Coco y Pasta de Huevo. Si ver su elaboración en cocina ya es un espectáculo por el tamaño que toma el fuego a la hora de ponerse al servicio del marisco, los sabores del mismo son inenarrables en cuanto a adjetivos. Aquí vuelvo al párrafo anterior, donde la cocina de StreetXO me hace replantearme esa creencia sobre la conveniencia de añadir ingredientes y sabores a un producto que de por sí ya lo tiene todo, como podría ser el carabinero. En esta cocina, el sabor y riqueza marina del mismo no solo sigue presente en cada momento, sino que encima se acrecienta a niveles estratosféricos. Mención especial a la Vanguardia Líquida de StreetXO, donde tres tragos diferentes acompañaron una cena, donde al vino, ni se le echó de menos.

Sin duda, visitar StreetXO tiene un lado bueno y uno frustrante para alguien que no viva en Madrid. Por un lado, puedes conocer la cocina de Dabiz Muñoz sin necesidad de programarte un viaje con meses de antelación, pero a la vez, sales de allí con la necesidad imperiosa de navegar en su web de reservas en DiverXO para buscar una excusa, inventarte un pretexto a la hora de conseguir mesa y viajar al país de los sueños de un chef, que sin duda, marca una diferencia en el panorama actual de nuestra gastronomía. No voy a decir si mejor o peor, pero sin duda, único y especial. Por ponerle un pero, ojalá las raciones pudieran ser servidas en medias o disponer de un menú degustación para comensales solitarios, a los que la cantidad de producto que se sirve en cada plato, se le hace excesivo a la hora de disfrutar de una mayor cantidad de platos de su carta.

 

PRECIO MEDIO POR PERSONA

45-70€ en platos para compartir

VALORACIÓN:

SALA AMBIENTE: 8 SALA SERVICIO: 8  BODEGA: 9 (cocktails) PRODUCTO: 8 COCINA: 8,5

                  EXPERIENCIA:

Una experiencia única, especial y diferente, donde poder saborear platos con ingredientes antagonistas entre sí, que bajo la visión de Dabiz Muñoz, cobran alma y vida propia. 

 

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