Durante la noche del pasado lunes 22 de julio, Bodegas Torres celebró un brindis para medios de comunicación especializados en el Restaurante El Equilibrista de la capital grancanaria. En ella, Don Miguel Torres Maczassek, actual Director General de Bodegas Torres y miembro de quinta generación en la familia, compartió algunas de las sensaciones que la compañía tiene con Canarias, el año que se cumple 50 años de su llegada a las islas, donde entraron por medio de una visita de su abuelo a la isla de Gran Canaria.
“Mi abuelo y mi padre comenzaron a trabajar con distribuidores locales de las islas (Betes en Gran Canarias y Bolaños en Tenerfie) y siempre comentaban el enorme potencial que tenían las islas con respecto al turismo, que el turista iba a llegar y junto con el habitante local, debían aprender a distinguir y probar buenos vinos, saberlos servir, etc. Todo esto empezó a funcionar y ya, en 1983, fundamos nuestra compañía de Bebidas Canarias, que ha ido evolucionando hasta la actual Excelsia Canarias, donde no sólo vendemos nuestros vinos, sino que intentamos tener de otras partes de España y del mundo. Todo ello con un objetivo también muy claro, y era tener también vinos canarios de calidad, que trabajando nos ha llevado a un momento donde podemos decir que es un honor disponer vinos de casi todas las islas, Fuerteventura incluido. Nos llena de alegrías ver como el proyecto de Bodegas Tunte, tan diferente, va recogiendo multitud de reconocimientos por distintos concursos internacionales”
Entre plato y plato, nos iba desgranando anécdotas entre las que destacaré la de la Uva Forcada con la que tomamos un vino del 2017, del que aún están trabajando de manera experimental, “todo comenzó cuando decidimos lanzar un comunicado invitando a viticultores que encontraran cepas desconocidas a que nos llamaran. Pensamos que no nos iba a llamar nadie y no podíamos estar más equivocados, y cada vez que comprobábamos que tipo de uva era, con análisis de sus ADN. Cual no fue nuestra sorpresa, que comparando los análisis con más de 5.500 variedades de uvas repartidas por todo el mundo, y en 54 ocasiones hemos dado con variedades ascentrales que hemos recuperado. Es un proceso muy largo porque las mismas vienen cargadas de virus, hay que curarlas, volverlas a plantar, comprobar su desarrollo, que tipo de climas y suelo necesitas, etc. Cada prueba de campo pierdes 7 años y tardas 15 años en recuperar el suelo. Tras todo eso, tienes que convencer al Ministerio de Cultura, a las Denominaciones de Origen, con todo lo que ello conlleva, pero de esas 54 variedades, la que más nos está gustando es esta Forcada Blanca, porque tiene mucha acidez, pero a la vez es aromática y abierta. Por todo el tema del cambio climático que estamos viviendo, esta variedad puede ser objeto de un seguimiento especial, porque este cambio dará más alcohol y menos capacidad aromática, pero esta uva te puede dar vinos compensados hoy y envejecer muy bien con el tiempo.” Tras probarlo, pudimos dar fe de todo lo que nos contaba Miguel, nos encontramos ante un vino muy especial, que aguantaba tremendamente bien un plato tan potente como fue los Langostinos Salteados al Cilantro sobre Crema de Mango, que nos preparó el chef.
Ya en la parte final de la cena, Miguel estuvo desgranando hacia donde quiere ir Excelsia Canarias en el futuro; “Cada generación tiene un reto, en la familia llevamos 5 generaciones respetando a los precedentes pero dejando trabajar a los que van llegando. Si en una empresa familiar, como seguimos siendo a día de hoy, no hay pequeños conflictos es que algo no estamos haciendo bien. Cuando veo por el mundo un proyecto interesante en manos de algún viticultor voy a por el mismo, pero a la vez, respeto también las visiones que mi padre tiene del negocio, aunque a veces no las comparta. Creo que en eso radica parte de nuestro éxito como familia, dejar que todos tomemos decisiones según la visión de cada uno, sin necesidad de un consenso pleno al principio”.
Sin duda, una gran velada la vivida alrededor de Bodegas Torres y Excelsia Canarias en el Restaurante El Equilibrista33, donde Carmelo Florido y todo su equipo, desplegaron el buen hacer que suelen hacer normalmente, con unos platos creados en exclusiva para la ocasión. Caballa Tomatera en Aceite Arbequina maridado con un Estelado Rosé 2016 (Chile), Langostinos Salteados al Cilantro con Crema de Mango, donde probamos esa Forcada 2017 y una de las joyas de la casa, el Milmanda 2016, sirvieron de precedente al plato de Carne, Lomo de Conejo con Fresas de Valsequillo, acompañado por Purgatori 2014, otro de esos vinos con historia gracias a la elaboración original por parte de los Monjes del Penedés. Como cierre, una Tarta de Chocolate con Higo, al que un Secret del Priorat 2014, elevó a los cielos de una noche grancanaria, donde brindamos por otros 50 años más de Bodegas Torres y Excelsia Canarias. La próxima cita, tocará viajar a las bodegas para comprobar in situ lo que aquí nos narraron, pero esa será otra historia.
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