Uno de los grandes secreto a voces entre los mentideros gastronómicos de las islas, ha cogido forma en la mañana de este viernes 9 de noviembre. Braulio Simancas, chef del Restaurante Las Aguas, del Hotel Bahía del Duque, deja su puesto al frente de estas cocinas, el próximo 31 de diciembre.
En una decisión consensuada entre ambas partes, tras 9 años de camino en común, el camino conjunto ha llegado a su fin. Braulio Simancas está considerado uno de los mejores cocineros de Canarias, auténtico defensor del producto canario y del recetario tradicional adaptado a los nuevos tiempos, ha conseguido que su local sea centro de peregrinación por gastrónomos, críticos, colegas y comensales en general, que siempre han alabado su propuesta. Recogedor de varios de los reconocimientos más importantes a nivel regional y nacional, lleva años luchando por conseguir la tan ansiada Estrella Michelin, que nunca ha terminado de llegar, ante perplejidad de todo aquel que prueba su cocina.
Pero todo eso al chef no hacía más que incentivarle a mejorar y crecer cada día más. Inconformista por naturaleza y acérrimo defensor de la unión de las Islas Canarias a través de su gastronomía, es reconocido también por su extraordinario conocimiento del mundo quesero. En su mesa se encuentra la más variada muestra de quesos de Canarias que podemos encontrar en ningún restaurante de las Islas Canarias, alguno de ellos madurados y elaborados por él mismo.
La primera de las Experiencias Gastronómicas que lanzamos desde Canarias en Hora, lo tuvo como protagonista como chef invitado, el cual, junto a Angel Palacios, organizaron en la casa de este último, La Barra By Traddiction, un menú que cautivó a todos los asistentes. A su vez, no me podría imaginar, cuando visité su Restaurante Las Aguas este pasado mes de agosto, que podría ser la última crítica que le haría en esta etapa . Porque como ha declarado en exclusiva para este periódico, «no voy a dejar de cocinar y de defender en lo que creo. Aún no sé si volveré a mi antigua casa, El Silbo Gomero, o me decantaré por un nuevo proyecto externo, lo que sí es seguro es que queda Braulio Simancas para rato».
Sin duda, una pérdida irreparable para este hotel, que a nivel personal no termino de entender, pero sí de respetar. No cabe duda que ofertas para trabajar no le van a faltar, y si a Braulio le queda rato para cocinar, a mí me quedará todo el tiempo y caminos del mundo para seguirle. Sin duda, es una de mis cocinas de referencia, pero es que encima, puedo tener la suerte y el honor de poder decir, alto y claro, que es aún más grande como persona que como cocinero. Sea en el Silbo Gomero, sea en otro local de Tenerife, sea en Gran Canaria o sea donde sea, ojalá pronto siga disfrutando Braulio de lo que más le gusta, los fogones y nosotros, mientras tanto, de sus platos. Hasta el 31 de diciembre tendrán la oportunidad de despedirse de él en Las Aguas, a las que amenazo con una última visita, que sin duda sería inolvidable.
