El Pícaro, una casa donde los platos hacen honor a su nombre

Hay locales que pasan de mano en mano, buscando su inquilino ideal o el momento perfecto para poder satisfacer a una clientela que lo haga sostenible. En la zona de Mesa y López, hace tiempo que los comercios están pasando momentos muy duros debido a las interminables obras que se ejecutan en la ciudad en estos momentos. Ahí se ubicaba en el pasado un local que consiguió el cariño del público, El Apartamento, que después derivó en un Restaurante fusión llamado Monóculo, donde se hacía una muy buena cocina. Pero no sobrevivieron a estos momentos duros, por eso, cuando me enteré que unos jóvenes habían decidido hacerse con el local en estos momentos, pensé que eran unos valientes. Una vez abrieron, seguía con interés las publicaciones que iban haciendo en sus redes sociales, donde veía platos que me interesaban, unidos a otros, que no lograban atraerme tanto, todo sea dicho. Pero sí es cierto, que unos meses después de su apertura, ya tocaba hacerles una visita y esta fue mi experiencia en el Restaurante El Pícaro.

A nivel infraestructura, pocos cambios encontré en el local, cosa que denotaba inteligencia por parte de los nuevos inquilinos, ya que el mismo tenía todo muy bien estructurado. Su dueño y chef, Guillermo Ramírez, procede de una familia bien conocida en los fogones grancanarios, el Restaurante De Cuchara, aunque él no se ha formado aquí, es más, su cocina así lo demuestra. Viajó a Barcelona, donde empezó su formación en la prestigiosa Escuela Hoffmann, de ahí pasó por los fogones de algunos de los mejores restaurantes del mundo como son el Noma (mejor restaurante del mundo en más de una ocasión), o el del excéntrico chef hindú, Gaggan, que despierta amores y discrepancias a partes iguales, pero no deja a nadie indiferente, como demuestra ser considerado 4 veces el Mejor Restaurante de Asia y uno de los TOP10 del mundo.

La cocina que se elabora en Pícaro está ideada para compartir y disfrutar entre comensales. Empecé con un Tiradito de Salmón, al que acompañaba una Leche de tigre con mango, aguacates y kikos, que ligaban bien con el producto principal, el mar. La Croqueta de Rabo de Toro, para comerlas como pipas. Para mojar pan el Canelón de Conejo en Salmorejo, donde esa receta tan querida por el canario, está perfectamente ejecutada.

Las Alcachofas, acompañadas de pancita de cerdo y cubierta por un aire de jamón bastante interesante, tenían su gran valor en la base, una salsa de Vermuth, absolutamente adictiva. A su vez, Los Huevos, cocinados en dos cocciones eran una golosina para el paladar acompañados de un Foie, Amaretto y Parmentier trufado.

Pero he dejado para el final uno de los primeros platos que degusté, Carpaccio de Pepino Encurtido. Y el motivo no es otro, que destacar la frescura, sabor y creatividad del mismo. El Maracuyá, Edamame, Espárrago Verde y Menta que rodean el ingrediente principal, consiguen de cada bocado una sensación impecable de frescor y sabor. Plato para volver a degustar, sin duda alguna.

En el pase dulce, me decidí por un surtido de los tres platos disponibles: Cocoliflor, donde dos ingredientes tan dispares como el coco y la coliflor, se casan en forma de sorbete. Sabrosa la Tartaleta, conformada con Queso Maxotata, manzana golden, dulce de leche y helado de canela. Terminando con la Ganache de Chocolate Picante, ideal para los amantes de los chocolates potentes y puros, al que el toffee salado y el maracuyá le da un toque ideal.

Una bodega interesante pero aún en construcción, abre camino a una coctelería que puede ser un verdadero complemento para maridajes valientes o para degustar al final de la comida. Aquí, Koke demuestra todo lo que lleva dentro, probé El Descarriao, jugando con el ingrediente de la croqueta de la casa, el Rabo de Toro, que está dentro de una infusión con tequila, zumo de tomate, sal, pimiento y salsa picante. Me encantó, pero me dio pena que no se atrevieran a ponerlo en forma de chupito acompañando a ese plato. Leyendo la carta de cocktails, tengo pendiente una visita a degustar esta parte de la gastronomía, que está cogiendo tanto auge y buena forma gracias a profesionales como los de aquí, Neodimio60, la Taquería El Beso o Atellier, entre otros.

Sin duda, Guillermo está rodeado de un gran equipo, con Alberto Prada de segundo de cocina, mientras que Sandy y Cristian arropan a Koke en la sala. Una gran propuesta esta de Pícaro, que irá cogiendo solidez con el paso del tiempo, pero que sin duda, está llamada a realzar la gastronomía local, con una cocina “marca de la casa”.

PRECIO MEDIO POR PERSONA:

35€ por persona

VALORACIÓN:

SALA: 6,5 BODEGA: 6 PRODUCTO: 6  COCINA: 7

                  EXPERIENCIA:

Un local ideal para pasar un buen rato alrededor de platos elaborados con travesura e inteligencia. Cocina con raíces externas, gracias a la formación y experiencia del chef, grancanario que ha vuelto a su hogar a la hora de poner en la mesa todo lo aprendido fuera. Sin duda, una visita muy apetecible en la isla de Gran Canaria.

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