KHUN, un restaurante al que reivindicar en el sur de Gran Canaria

Visitar un restaurante ubicado dentro de un hotel, sigue siendo una cuestión de fe para todo aquel que no se está alojando en el mismo. Parece que, salvando honrosas excepciones, tenemos la errónea sensación de que lo que acontece dentro del hotel, está destinado únicamente a sus huéspedes. Por eso, desde “A la Hora de Comer”, llevamos desde el principio, la sana intención de buscar y dar voz a restaurantes “EN” hoteles, que no es lo mismo que restaurantes “DE” hoteles. Hoy nos vamos al sur de Gran Canaria, en el complejo Anfi del Mar, donde se encuentra el Restaurante Khun Gran Bahía Asian Restaurante. Al frente del mismo, Davidoff Lugo, un cocinero al que tenía ganas de ver en su casa, sacando de dentro toda la sutileza gastronómica que desprenden sus platos fuera de la misma.

Tras un periplo complicado para llegar por la escasa información señalítica acerca de donde se encuentra el restaurante, que puede y debe ser solucionado de fácil manera si se quiere atraer al cliente externo del hotel, me encuentro con un local amplio, diáfano, y sobre todo, muy acogedor para todo tipo de comensal. Con la barra sushi a la vista, comandada por el maestro Carlos Escobar, donde se puede observar la preparación y elaboración de los cortes de los diferentes bocados, puedo ver la Lubina Aquanaria, que me vendrá presentada en forma de Usukuri. Perfecto e impecable el corte del pescado, con una calidad incontestable, se ve enriquecido por un trío de salsas que acompañan al plato, para que el propio comensal elija. Tras probarlas, me decidí sin duda por una versión de la Salsa Peruana original, aquí de un estilo acevichado, con el ají como protagonista, que estaba tan deliciosa que invitaba a beberla a cucharadas, cual sopa fría de primer nivel. A continuación, un Oh-Toro de Atún Rojo, una de las partes más grasas del pez, que cuando está bien tratado se convierte en deleite con personalidad propia.

Abandonamos la barra y empiezan a llegar los platos de cocina. En primer lugar, un sorprendente Taco Marino. Dándole un giro de 180º, por medio de productos como el plancton marino, algas y una impecable vieira, se integran en un bocado que fusiona lo mejor de las dos cocinas, japonesa y mexicana, gracias a los puntos dulces, marinos y picantes del mismo.

El Pulpo, cocinado a baja temperatura, acompañado por un curry verde elaborado y macerado por el chef, viene acompañado de un crujiente de calamar que encaja perfectamente entre ellos. Perfecto el punto de cocción del octópodo, que suele cocinarse en exceso en muchas cocinas.

El último de los platos salados sacó la cocina del mar y la trasladó a la montaña, en este caso con una Panceta de Cerdo con Microverduras. Cocinada a baja temperatura la pieza, se le da un toque final a la hora de conseguir el crujiente de su corteza, coronada con sésamo. Se mantiene aquí el respeto al producto hasta el final, ya que su tratamiento consigue que cada parte de la misma tenga su punto justo. Todo eso unido a las verduras, un toque especial que le aporta la Flor de Begoña, sin olvidar el maridaje propuesto para este plato, un Vermouth de elaboración casera, consiguen un plato impecable.

Como postre, un plato único, Couland de Té Matcha, acompañado por un Helado de Flor de Sal y Corbertura de Yuzu, que terminan de elaborar en sala con un pequeño sopleteado en mesa. Abrir el coulant y que la crema fluya de principio a fin, cual volcán verde con un intenso sabor a su producto protagonista, el té, constituyó una gran sorpresa. El chef me contó que este plato fue creación de una joven, María Suárez, que empezó con ellos como freganchina, y que con una gran actitud y ganas de aprender, ya ha ido avanzando hasta ayudante de cocina. Kibi Lugo comanda la parte dulce del restaurante, y no olvidemos que formó equipo con Juan Carlos Souza, ganador del concurso como Mejor Pastelero de Canarias en GastroCanarias 2018.

Por mejorar en el restaurante, sin duda diría que la sala. El servicio fue excelso en cuanto a amabilidad y simpatía, pero sí tengo que reconocer que eché en falta la figura de un sumiller que entendiera más en profundidad de vinos y el sentido que los mismos pueden tener con respecto a los platos que venían a la mesa.


Tras comandar durante dos años la Asociación de Cocineros y Reposteros Mojo Picón, Davidoff Lugo ha decidido volcarse en lo que más le gusta, cocinar y crear. Chef ejecutivo del Grupo Maroa (Khun, Maroa club de Mar y Restaurante Gabinete), es uno de esos jóvenes chef que, con tiempo y esfuerzo, está llamado a convertirse en nombre propio como uno de los grandes en Gran Canaria. Sin duda, pasar un día en el sur, coronado por una cena en el Restaurante Khun, es un sinónimo de uno de los claims que tenemos en las islas, “qué suerte vivir aquí”.

PRECIO MEDIO POR PERSONA:

40€ por persona

VALORACIÓN:

SALA: 6 BODEGA: 6 PRODUCTO: 7,5  COCINA: 8

                  EXPERIENCIA:

Un restaurante desconocido para los clientes que no sean del hotel. Otro de esos locales que bien merecen ser visitados, donde el respeto al producto, unido a la creatividad y buen gusto de su chef, Davidoff Lugo, hacen bien merecido su viaje.

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