Lobito de Mar, el sabor marinero de Dani García

En unas jornadas donde el chef Dani García ha vuelto a ponerse en candelero en las redes sociales por el manido tema de hacia donde ha querido dirigir su carrera o actos profesionales, voy a hablarles de mi experiencia en uno de esos restaurantes que va a dar mucho que hablar, no sólo en su lugar de origen,  Marbella, sino en todos aquellos donde el mismo ancle sus amarras. Y lo de anclar sus amarras no va con segundas, sino directo al pie, porque si algo tiene esta casa es PRODUCTO MARINO de primera, así, en mayúsculas. Tal cual sería subir en un barco listo para zarpar, bienvenidos a Lobito de Mar.

Al llegar y cruzar la puerta, lo primero que te recibe es el producto fresco de la lonja a la vista, una sala dividida en varios sectores bien diferenciados, con una atractiva barra, mesas altas, otras redondas y la mayoría, adaptables para un número variado de comensales. La amplitud del local me hizo recordar a la de BIBO Madrid, aunque su concepto sea completamente diferente.

Sin duda, Lobito está ideado para compartir y disfrutar en compañía, su amplia carta y el espléndido asesoramiento que la sala te dispensa, así te lo hace ver, pero al ir sólo, decidí probar un pequeño variado de platos, siempre con el mar como protagonista principal. El primero de los platos, la Sardina ahumada con jugo de ajoblanco y uva, donde el ya famoso e imprescindible ajoblanco del chef, aquí realza en todo su esplendor los toques salvajes de la sardina, mientras que el dulzor y frescura de la uva le va muy bien al conjunto.

Alcachofas de temporada, con una fritura impecable ya que simplemente le dan una textura crujiente en el exterior, mientras queda intacto todo su corazón y sabor. Todo ello sobre una de las mejores salsa Romesco que me he comido en mucho tiempo, para mojar pan hasta devolver el plato a cocina, listo para el siguiente servicio.

El Atún Rojo tuvo dos partes durante el menú. La primera de ellas en forma de Tartar de Descargamento y o Toro, que gracias al impecable manejo de los cortes de las piezas y la calidad de las mismas, constituyeron un manjar impecable. Un suave aliño, que servía únicamente para dar contraste y alzar el producto protagonista, cumplimentaba el equipo perfecto.

Entre el primero y el segundo pase de atún, la brasa hizo su presencia en forma de un Espeto de Salmonete y unas Gambas Blancas de Marbella a la plancha. Producto y fuego, cuando ambos son de primera, únicamente pueden dar lugar a un bocado de ensueño, como así fue.

La segunda de las partes del atún fue el último de los platos del menú y formaba parte de una de las Sugerencias del Día, Galete de Atún con Tomate y Huevos Fritos. El guisado de esta pieza, llamada también la “cococha del atún”, con ese fondo que sólo le da el fuego lento te hacía sentir las profundidades del mar y de este producto en el paladar. Mientras tanto, esa guarnición constituida por las papas pajas caseras y el huevo frito, con sus puntillitas incluidas, de sobresaliente. Con este plato sin duda se reconoce que en la casa de Dani García puedes disfrutar de las más novedosas técnicas, pero que todo lo que ahí se cocina tiene un nexo en común, el origen y las raíces, con mucho de comida casera de su madre. Este plato estoy seguro que forma parte del recetario, con todas las variantes que se quiera, de las casas de miles de malagueños, donde los guisos hacen del mar todo una experiencia culinaria.

En los postres, la propuesta vuelve a ser amplia en carta, separados por concepto y estilo. Me decanté por uno de Helados, con el mango como protagonista, en forma de helado con su base de tartar incluido, sabroso y refrescante. Pero sin duda, la categoría Postres de la Abuela me regaló el broche de oro gracias a una Mousse de Naranja y Pistacho, coronado con un toque de Sal Maldon, que aún retumba en mis sentidos gracias a su mezcla de texturas, matices y sabores.

Cuando uno llega a esa casa lo primero que le llama la atención es la magnitud del restaurante, que en jornadas normales suele acoger unos 200 pax diarios, que suben a casi 600 pax en épocas puntas como puede ser Semana Santa o incluso verano. Lo recalco porque hay que ser muy bueno para poder atender a tantísimas personas cada día, con un servicio a la altura. Y eso en Lobito se consigue, con una nota muy alta. La sala juega la misma liga que la cocina, con un servicio en timing de mesa perfecto, pero voy más allá. Es muy difícil ayudar a elegir a cada comensal los platos ideales para cada uno cuando la oferta es tan amplia, por lo que ese comienzo de servicio dejándole tiempo al mismo para leer la misma con calma, pero intentando conocer al mismo después a la hora de poderle asesorar, me parece oro puro. Si a eso le sumamos la amplísima carta de vinos que dispone el local y la posibilidad de jugar con el maridaje también, todo ello hace que el sabor de la experiencia suba aún más. Por ponerle un pequeño pero, ojalá los arroces se prepararan también para una persona, sin el consabido “mínimo 2 pax”. Y todo ello en una noche donde aparte del amplísimo número de comensales en las mesas del restaurante, además en domingo noche, la casa recibía la visita de varios de los mejores cocineros del país, repartidos en distintas mesas disfrutando con sus familias y amigos, ya que a la mañana siguiente se celebraba la 2ª edición de Chef&Kids en la localidad marbellí.

Sin duda, una persona con el ímpetu, ganas y talento de Dani García siempre estará en el centro de la atención mediática. Habrá gente que entienda sus decisiones y gente que no, habrá quien lo apoye y también quien le critique. Pero si hablamos única y exclusivamente de cocina, sus casas son sinónimos de éxito y eso sólo se consigue conjugando lo mejor que uno lleva dentro y rodearse del mejor equipo posible. Por ello, siempre que me pregunten recomendaciones para disfrutar de una buena casa, Lobito de Mar estará presente en ese listado de sitios ideales para DISFRUTAR, así, en mayúsculas, y al salir ya estar pensando en cuando buscar una excusa para volver y seguir probando otras cosas de la carta. Eso, muchos sitios no pueden decirlo…..

PRECIO MEDIO POR PERSONA:

45€ en adelante

VALORACIÓN:

SALA: 8 BODEGA: 8 PRODUCTO: 9  COCINA: 9

                  EXPERIENCIA:

Lobito de Mar es otra de esas muestras de que Dani García sabe lo que quiere hacer y va directamente a por ello. Producto y Cocina en post de conseguir la excelencia en la mesa, haciendo disfrutar al mayor número de comensales posibles, de todas las edades y gustos. Sin duda, un sitio para ir a pasarlo en grande.

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