Majuga, el gran tapado de la gastronomía en Gran Canaria

La propuesta de hoy acerca de acercarles un restaurante para que lo conozcan más en profundidad es una de esas donde la cabeza y el corazón van de la mano. En el Restaurante Majuga sucede algo mágico y es que cada vez que sales de su casa, la sensación de que has vivido un momento único e irrepetible es tremendamente notoria. Y eso, tan difícil de conseguir, Braulio Rodríguez lo consigue con su inseparable Li y el gran José Luis en sala, gracias a la tremenda y arriesgada apuesta de eliminar la carta, lanzándose a cocinar lo que el mercado ofrezca cada semana, salvaguardando sus arroces, especialidad que se ha convertido en una seña de identidad de la casa.

De ahí que esta crítica esté conformada por una serie de platos efímeros o no, sólo el tiempo del mercado y la insaciable creatividad e imaginación de Braulio decidan. En esta casa, comenzar con algo refrescante es otra de las líneas de estilo de la misma, aquí en forma de Gazpacho de Zanahoria con Pomelo Rosa, sardina curada y aceituna. Esta original manera de elaborar el plato te permite en cada cucharada unir mar y montaña a unas temperaturas que no suelen ser las habituales en dichos ingredientes, y a eso le podemos sumar el toque de apertura de apetito que rinde este plato.

Las setas de la isla, otro de nuestros grandes tesoros gastronómicos, que hace su presencia en mesa, precediendo a un bocado marino que sorprende, el Salmonete.  El mismo es tratado por el chef por una curación en sal durante una hora, sopletea su piel para darle ese toque crujiente que invita a su degustación y lo acompaña de la fuerza del erizo transformado en un mojo del mismo, consiguiendo mantener toda su intensidad.

Otro de los bocados ya tradicionales de esta casa es el bocato de foie sobre pan de millo, que llega a la mesa para seguir subiendo y bajando a la montaña o el mar a antojo del chef. Mientras tanto, el mara viene en un plato conformado con Callos de Curvina sobre una emulsión de tuno indio, contraste impecable de texturas, sabores y diferentes sabores. Esta secuencia marina tiene el broche de un Gambón Listado en Escabeche, donde me bebería el caldero entero de este último. Cuanto nos hemos olvidado de lo importante que son unos buenos escabeches y que alegría ver como se empiezan a recuperar en las grandes cocinas.

Y para terminar, arroces y lentejas. El primero en forma de Rissoto con foie y burrata fresca. Las segundas, o las comes o las dejas, pero aquí siempre lo primero y más cuando juegan con la receta marroquí de sus especias y sabores, pero se le integra la untuosidad y sabor del cordero grancanario y trashumante. Un plato sin duda para volver.

En los postres, un chocolate en texturas donde el coulant era el protagonista principal, pero no olvidemos una Piña Colada a la que le dieron forma dos frutos tan nuestros como son el Coco y La Piña, esta última de El Hierro.

Como les decía al principio, Majuga es uno de esos restaurantes que nunca defraudan, particularmente creo que es el gran tapado de la gastronomía de la ciudad, rodeado de establecimientos que sí aparecen en la Guía Michelin u otras, pero que por un motivo u otro, no termina de recoger el reconocimiento de las mismas. Pero sin duda, como no se cansan de decir ellos, “nuestros premios son los clientes que nos visitan y recomiendan día a día, permitiéndonos ser dueños de nuestro destino”. Y en ese destino juegan la misma liga Sala y Cocina, porque si hemos hecho una disección de los platos de Braulio, el trabajo de José Luis y Eli en sala se resume de una manera tan simple como difícil de conseguir: la Excelencia hecha servicio. Uno se siente en manos de los mejores profesionales, que entienden la importancia y el buen hacer de un excelso trabajo de sala, bien ayudándote a elegir, bien recomendándote un vino o bien haciendo que estén siempre cuando hay que estar y desaparezcan sin que te des cuenta. La palabra camarero como transmisor de felicidad obtiene en esta casa las más altas cuotas que se pueda encontrar en las Islas Canarias. Y eso hace que el valor de la comida crezca aún más.

Puntuaciones

SALA: Sobresaliente, la impronta que José Luis le impone dicta cátedra.

BODEGA: Notable, uno puede encontrar joyas procedentes de todas partes de las islas, pero también lo mejor del exterior

PRODUCTO: Notable, sin tener grandes dispendios buscando lo caro, los productos son lo mejor en su género.

COCINA: Sobresaliente, Braulio Rodríguez es uno de esos cocineros únicos, inquietos, inteligentes y humildes que únicamente quiere hacer feliz al comensal a través de sus fogones.

EXPERIENCIA TOTAL: 9 FOGONES

PRECIOS MEDIO POR PERSONA: A partir de 40-45€ en adelante

CIUDAD: Las Palmas de Gran Canaria

 

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