Escribo estas líneas justo a la medianoche que separa el día de la ilusión que siempre depara la gran noche de la Gala Guía Michelin, con la realidad del día después. No voy a restarles ni un ápice a la sensación de felicidad y orgullo que, personalmente siento, al haber sido invitado por los responsables de la Guía Michelin a la hora de poder estar aquí. Si a ello le sumamos que he sido el único MMCC canario en acudir a la misma, esa alegría se transforma también en responsabilidad.
Responsabilidad en seguir intentando comunicar con honestidad y rigor lo que se está haciendo en Canarias. Responsabilidad en viajar y conocer lo que se hace fuera a la hora de poder comparar nuestro nivel real. Responsabilidad en no conformarme con estar aquí, sino sentir el orgullo y felicidad de que los nuestros sean reconocidos y aparezcan en el verdadero mapa de la gastronomía. En definitiva, responsabilidad por sumar en post de la gastronomía que se hace en Canarias.
El resumen de esta gala para Canarias es absolutamente nefasto. Y no porque hayamos perdido ninguna estrella, gracias a dios no ha sido así, sino porque si en un año donde se han concedido 20 BIB Gourmand, 25 primeras estrellas michelin, 4 dos estrellas y 1 tres estrellas, no hayamos estado en este listado, es para hacer un análisis profundo de lo que estamos viviendo en las islas.
De nada nos vale presumir del mejor producto, de nada nos vale el decirnos que somos maravillosos, si a la hora de la verdad, desde fuera no nos ven así. En estos momentos poco más me sale a la hora de teclear palabras que puedan trasladar lo que siento. Sensaciones confusas andan por mi cabeza, porque, que quede claro algo, me alegra y emociona mucho ver que todas las Estrellas Michelin que tenemos en las islas hayan mantenido la misma, en algunos casos contra viento y marea. Me emociona ver que los BIB Gourmand también siguen ahí, aunque con muchas dificultades en algún caso también y, por supuesto, me alegra mucho ver como el trabajo de los hermanos Suárez en Haydeé y el binomio Carlos Villar/Tadashi en Abikore, haya recogido su pequeño reconocimiento en forma de plato. Tristeza me da ver como algunos de los restaurantes recomendados como platos han cerrado sus puertas en esta última parte del año, algo que indica que el público en ocasiones no valora la guía más allá de las estrellas y en los últimos tiempos, el BIB Gourmand.
Hablando con compañeros de prensa acreditados aquí, cocineros regionales y nacionales, todos coincidían en algo, Canarias no habrá tenido buen año, pero no debemos bajar la cabeza y rendirnos. Ahora, más que nunca, hay que ser lo suficientemente inteligentes y tozudos a la hora de trabajar y dar voz a lo que aquí se está haciendo. A su vez, hay que traer a grandes cocineros a Canarias para que, mucho más allá de showcookings para el gran público, puedan entablar relaciones con cocineros locales a la hora de intercambiar experiencias. Por otro lado, quiero ver inquietud en los cocineros regionales a la hora de viajar y conocer lo que se está haciendo fuera, visitar los sitios que están consiguiendo 1*Michelin de una manera única y especial, como podría ser Javier y su apuesta por la casquería en La Tasquería o, Kiro Sushi en Logroño, dos ejemplos diametralmente opuestos, pero que pueden ser una buena piedra de toque sobre esa frase de que “nada es imposible”.
Esa y no otra, es la mejor manera que veo a la hora de poder avanzar y crecer. Con sana, SANÍSIMA envidia, veo como Andalucía se ha convertido en un auténtico estilete a la hora de triunfar con la gastronomía. Si el año pasado Angel León se llevaba la Tercera Estrella, este le ha tocado a Dani García. Pero mucho más allá de eso, vemos como Lú Cocina y Alma o Bagá, consiguen la tan ansiada primera estrella michelin.
Desde aquí, invito a que cada uno de nosotros haga este ejercicio de autocrítica: El chef desde su cocina, el comensal desde su elección, el comunicador desde su función y las instituciones sobre sus esfuerzos. A partir de ahí, pongamos todos las cartas sobre la mesa, trabajemos en conjunto, mucho más allá de los intereses particulares, remando todos en una única dirección: Hacer crecer la Gastronomía Canaria, porque no olvidemos algo, para el resto de España no existen las islas por sí mismas, existe el conjunto, ISLAS CANARIAS, ahora toca que nos lo creamos nosotros.
